¿Necesito psicoterapia?
Las circunstancias que pueden llevar a una persona a considerar un proceso de psicoterapia son diversas y complejas, pero la realidad es que cada ser humano, a lo largo de su ciclo vital, experimenta situaciones difíciles y dolorosas que lo desafían y moldean. Estos eventos pueden variar en su naturaleza y gravedad, y aunque muchos de ellos logran ser afrontados de manera constructiva, identificando soluciones y utilizando recursos personales, hay otros que superan la capacidad de afrontamiento del individuo.
¿Por qué debería considerar la psicoterapia?
Frecuentemente, una persona puede sentirse abrumada y sobrecargada por circunstancias y situaciones que deben ser enfrentadas en la vida. Esta saturación puede llevar al individuo a perder la claridad sobre sus objetivos y la forma de alcanzarlos, dejándolo atrapado en pensamientos y emociones negativas que afectan su estabilidad emocional y a sus relaciones interpersonales, provocando un posible aislamiento progresivo del entorno.
En este contexto, la psicoterapia ofrece un espacio seguro con un profesional que escucha y comprende sin juzgar, proporcionando una perspectiva diferente que puede desbloquear aquello que mantiene estancado a un consultante. La terapia facilita el proceso de autoconocimiento, reflexión personal y revisión de los aspectos de la vida que impiden el crecimiento y desarrollo adecuado.
¿Necesito psicoterapia solo si estoy «muy mal»?
Existe una percepción errónea de que la psicoterapia es solo para quienes están «muy mal» o padecen trastornos graves. Sin embargo, esta es una herramienta valiosa para cualquier persona que desee conocerse mejor, reflexionar sobre su vida y superar obstáculos, ya que le permite al consultante explorar su resolución de problemas, los patrones de respuesta que emplea, y los mecanismos de evasión que utiliza.
Reflexiona sobre las siguientes preguntas
- ¿Ha sentido poco interés o placer en hacer cosas?
- ¿Se ha sentido decaído(a), deprimido(a) o sin esperanzas?
- ¿Ha tenido dificultad para quedarse dormido(a) o permanecer dormido(a), o ha dormido demasiado?
- ¿Se ha sentido cansado(a) o con poca energía?
- ¿Ha tenido sin apetito o ha comido en exceso?
- ¿Se ha sentido mal con usted mismo(a), como si fuera un fracaso o que ha quedado mal con usted mismo(a) o con su familia?
- ¿Ha tenido dificultad para concentrarse en ciertas actividades, tales como leer o ver televisión?
- ¿Se ha movido o hablado tan lento que otras personas podrían haberlo notado, o lo contrario – ha estado muy inquieto(a) o agitado(a) que ha estado moviéndose mucho más de lo normal?
- ¿Ha tenido pensamientos de que estaría mejor muerto(a) o de lastimarse de alguna manera?